Apaga la luz
Hace un año aprox. estaba delante de 200 personas hablando del procesamiento sensorial autista en el 1º Congreso Hispanoamericano Autista en Guadalajara, México. Han pasado muchas cosas desde entonces, entre ellas, otro congreso autista, también en México. Os traigo un trocito de aquella charla, ahora eso sí, con menos nervios.
Procesando que es gerundio
En la literatura científica sobre autismo se habla mucho del procesamiento sensorial.
El cerebro recibe estímulos sensoriales (internos y externos), los descifra e integra para interpretar la señal en su conjunto y dar una respuesta.
Procesamiento bottom-up: da prioridad a lo percibido por los sentidos, yendo de los sensorial a lo cognitivo. Trata de establecer relaciones entre lo percibido y experiencias previas para dar una respuesta. En las personas autistas este sería el tipo de procesamiento cognitivo predominante.
Procesamiento top-down: da prioridad al conocimiento, basándose en expectativas y modelos ya construidos en nuestro cerebro. Por tanto, la información sensorial se interpreta en base a dichas expectativas.
Aunque lo cierto es que todos los cerebros utilizan ambos tipos de procesamiento, podríamos resumirlo como que las personas autistas usan bottom-up, mientras las neurotípicas top-down.
¿Qué significa que las personas autistas tendemos al procesamiento bottom-up?
Nuestro cerebro da preferencia a la información sensorial, de manera que somos más susceptibles a la sobreestimulación o las ilusiones sensoriales.
Las personas autistas tendemos al procesamiento bottom-up: nos fijamos en los colores otoñales de las hojas, el haz de luz que atraviesa las ramas, las formas de las semillas y la textura de la corteza de los árboles. Solo para después traducir ese conjunto de sensaciones al lenguaje neurotípico: “bosque”.
El cual, si os dais cuenta, es superficial y no define qué tipo de bosque: tropical, templado, mediterráneo, taiga, etc., ni la estación del año: ¿hay nieve? ¿flores? ¿hojas perennes o caducas?, ni la frondosidad ¿es una selva?, ni el tipo de fauna que podemos encontrar, ni si es húmedo o seco, ni los colores que predominan, ni si es de día o de noche, etc, etc, etc.
Algunos estudios apuntan a que las dificultades sociales derivan de su inherente ambigüedad y, por tanto, de su exigencia de una mayor capacidad predictiva por parte de les autistas.
¿Cómo procesan la información del entorno las personas neurotípicas?
Las personas neurotípicas (no neurodivergentes) tienden al procesamiento top-down. Ven un poco de verde y deducen que es un bosque. No procesan la información de forma detallada y con prevalencia sensorial, sino en base al contexto y a sus expectativas y prejuicios sociales.
Las ventajas de este tipo de procesamiento es que es muy rápido y efectivo al no depender tanto de la información sensorial. Mientras, nuestra forma de procesar la información es mucho más lenta y tiende a sobrecargarse.
Obviamente esto no es algo que puedas elegir, lo hace tu cerebro de forma automática. El mensaje aquí es que no hay un cerebro mejor que otro, sino que ambos tipos de funcionamiento son válidos (faltaría más).
Trataremos la sobrecarga sensorial en próximas entregas. Si no puedes esperar, la charla completa la tienes disponible aquí.
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Referencias
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Ursino, M., Serra, M., Tarasi, L., Ricci, G., Magosso, E., & Romei, V. (2022). Bottom-up vs. top-down connectivity imbalance in individuals with high-autistic traits: An electroencephalographic study. Frontiers in systems neuroscience, 16, 932128. https://doi.org/10.3389/fnsys.2022.932128
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