¿Tomaremos en serio a las personas autistas? Opinión sobre la serie Los Ensayos
Sin spoilers, casi.
Un poquillo de una trama secundaria, pero nada que fastidie el visionado. Al menos es mi intención. Yo vi un spoiler importante y me fastidió bastante, así que nada de ese estilo, pero aquí hemos venido a hablar de autismo y eso te lo comes con patatas.
1. Sinopsis The Rehearsal - Los ensayos (segunda temporada)
La serie comienza con Nathan Fielder (cómico canadiense) detectando un patrón en los accidentes aéreos. Tras estudiar los informes periciales como hobby durante 20 años, llega a la conclusión de que una brecha comunicativa entre pilotos y copilotos podría estar detrás de muchos accidentes aéreos.
Ante cualquier incidencia, si alguno de ellos la detecta o propone una solución alternativa, con frecuencia se da una lucha de egos en la que suele perder el piloto con menos puntuación en la jerarquía social:
mujeres, personas con menor experiencia en aviación, etc. son sistemáticamente deslegitimadas por su compañero de cabina.
La legislación, sin embargo, sostiene que ambos pilotos/as tienen el mismo cargo y el mismo poder en caso de emergencia. En cambio, son las dinámicas sociales en la cabina las que refuerzan la jerarquía de mando, haciendo que la parte desfavorecida sea invalidada e ignorada.
A lo largo de la serie documental para la HBO, nos demuestran que la formación que reciben los pilotos en temas de asertividad, comunicación e inteligencia emocional es insuficiente; dejando estas cuestiones a la personalidad, experiencia vital del piloto o, simplemente, al azar.
Además, Nathan añade un punto importante: los pilotos que hablan sobre sus problemas personales pueden hacer peligrar su puesto de trabajo, por lo que se fomenta el tabú en materia de salud mental, lo que añadiría más conflicto e impedimentos a una comunicación fluida en cabina.
El creador de Los Ensayos lleva este aprendizaje sobre la comunicación y las jerarquías sociales a otros aspectos de su propia vida; en este caso, la suya como cómico, y se cuestiona las veces que se ha visto desacreditado por su profesión y la imagen que proyecta: “¿Quién hace caso a un payaso?” Una pregunta que aparecerá de forma continuada a lo largo de toda la trama, como cuando pide a les actores que confíen en él como director o en el apoteósico cierre de temporada.
¿Seremos capaces de tomar en serio a un payaso?
Aunque a ojos neurotípicos no lo parezca, Los Ensayos es una serie sobre autismo y la credibilidad que le otorgamos a la voz de las personas autistas.
Fielder nos pide que confiemos en él cuando dice en un tono intrigante y misterioso: “I’m fine” (estoy bien). ¿Acaso eso significa que no está bien?
¿Seremos capaces de creer en él a pesar de sus épicos esfuerzos por deslegitimar su palabra por ser un payaso y,
posiblemente, autista? ¿Qué nos está queriendo decir realmente? ¿Es acaso su comunicación efectiva si nos deja con más preguntas que respuestas?
2. ¿Es Nathan Fielder autista?
Tras el estreno de la primera temporada de Los ensayos en 2022, internet se inundó de blogs, posts y foros sobre lo mucho que las personas autistas se veían reflejadas e identificadas con la premisa. Según ellas, los intentos de Nathan Fielder de ensayar situaciones sociales de la vida diaria retrataba a la perfección sus experiencias con el masking y camuflaje autista.
En la segunda temporada, Nathan acude a un centro de autismo a consultarlo con la psicóloga Dr. Doreen Granpeesheh. No voy a desvelar más, pero sí me gustaría detenerme en la reflexión de Nathan: si él explicitase que es autista, esto le perjudicaría a nivel laboral. Es más, mientras haga caso omiso a la posibilidad de ser autista, evitando, por ejemplo, el diagnóstico, estará capacitado para realizar su trabajo. Lo que no se nombra no existe.
Estas repercusiones laborales podrían no ser significativas en su faceta como cómico/payaso ―sospecho que porque ya somos objeto de burla constante―. Sin embargo, Nathan plantea que, si tuviese una profesión más “seria” y con mayor prestigio social,
salir del armario autista entraría en conflicto directo con la percepción social y los prejuicios que tenemos sobre el autismo.
Utilizando la narrativa visual de forma brillante, Nathan pregunta divertido al espectador: ¿serás capaz de leer mis emociones para detectar qué es real y qué no? ¿Y si tú también eres autista?
Personas vocales de la comunidad autista en internet comentan: no nos importa, “The Rehearsal” es cultura autista. A lo que yo añado: tranquilo, Nathan, tu secreto está a salvo (guiño, guiño).
3. Conclusiones
No os voy a engañar. Lo he pasado mal con la serie y eso que me parece absolutamente brillante.
Es difícil recomendar un producto cuando había momentos en los que me retorcía incómoda en el sofá de la tensión, vergüenza ajena y juegos macabros de Nathan. Esporádicamente, el alivio cómico venía en forma de chiste visual al más puro estilo “How to with John Wilson” (ejem, otro que tal baila), pero acababa resultando aún más inquietante y desconcertante para el espectador. Fielder busca esa fina línea a medio camino entre ambigüedad, confusión, ironía y provocación. En ese sentido, logra 100% su cometido.
Además, expande los límites de la televisión creando un reality que involucra al espectador, con referencias cruzadas a “Persona” de Ingmar Bergman, potenciando el debate sobre sobre autismo, camuflaje y salud mental.
En definitiva, esta segunda temporada expone el sinsentido de las máscaras sociales, desafiando las convenciones y la credibilidad que le otorgamos a una persona, únicamente por la imagen social que tengamos de ella.
Finalmente, también demuestra que las personas autistas tenemos muchas cosas que decir, bien sea sobre el autismo, seguridad aérea o nuestra propia autonomía o bienestar.
Independiente de que las personas autistas podamos ser percibidas como payasos sin credibilidad, merecemos ser tomadas en serio en lo que respecta a nuestras propias vidas e intereses.
Solo por este alegato, y porque no he visto nada igual en la historia de la televisión, recomiendo ver Los ensayos / The Rehearsal de Nathan Fielder.
P.D: Todavía sigo gritando por dentro de la emoción.
Ver a autistas personas haciendo cosas es algo que te sacude a un estado de exaltación y alboroto. Ojalá el mensaje sobre la necesidad de desenmascarar llegue muy lejos, mientras tanto, tenemos el libro de Bea Sánchez: “Pues no se te nota” y el de Erik Aostri: “La revolución neurodivergente”.
➵ Erik firmará en la caseta 37 de la Feria del Libro de Madrid. Día 13 de junio de 17 a 18h. ¡No te lo pierdas!
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⚡⭐ Gracias por llegar hasta aquí, continuará la semana que viene con una segunda entrega sobre qué ha acertado y errado esta serie acerca del autismo.
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Gracias. Esta serie parece interesante y creo que se ha hablado poco de ella.
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En cuanto al libro de Erik Aostri, tremenda expectativa me ha creado el editor al describir contenido del libro, esperando que me llegue, como divulgador excelente, tendremos que comprobar que como dice el editor, como escritor esta al mismo nivel, en su 1º libro ya lo demostró.
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