"La educación sexo-afectiva en los colegios debe abarcar todas las orientaciones y aspectos de la sexualidad: deseo, límites, consentimiento."
Relación entre el autismo y la asexualidad. Entrevista a la autora de “La Revolución (A)sexual”: Celia Gutiérrez
TW/AC: mención cisheteropatriarcado, cultura de la violación y acefobia.
Entre el 10 y el 20% de autistas se identifican como parte del espectro asexual.1
La asexualidad se define como la ausencia de atracción sexual, sin embargo, como vimos en la entrada anterior de la newsletter, esta es una orientación sexual como cualquier otra. Para representarlo gráficamente, está el triángulo de AVEN. En cuya base (en blanco en la imagen) aparecen las orientaciones alosexuales (no asexuales): homosexualidad y heterosexualidad en los extremos, y bisexualidad en el centro. En el vértice opuesto (en negro) estaría la asexualidad, mientras que para llegar a este extremo hay todo un gradiente grisáceo que muestra la variedad del espectro asexual: grisexualidad y demisexualidad.
En el libro “La Revolución (A)sexual” vienen explicados todos estos conceptos y hoy tenemos el inmenso honor de entrevistar a su autora.
Entrevista a la autora de “La Revolución (A)sexual”: Celia Gutiérrez
1) En autistas, es muy habitual la alexitimia o dificultad para reconocer emociones y sensaciones corporales. Si además tienes dudas sobre tu orientación sexual, ¿cómo definirías el sentir asexual en tus propias palabras? ¿Qué significa ser asexual más allá de la falta de atracción sexual?
Ser asexual es, en términos coloquiales, no ver a nadie de manera sexual, no tener sentimientos sexuales hacia nadie.
Al igual que las personas homosexuales están convencidas de que no les atrae las personas del otro género (no es indiferencia, no es un "no sé", es la firme sensación de "esto no me atrae), a las personas asexuales les pasa lo mismo con todas las personas. Recomiendo leer el artículo "Asexualidad ¿una 'no orientación'? - Falso" para entenderlo mejor.
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2) En el libro se destacan 3 violencias base que conforman la acefobia: la invisibilización, la hipersexualización y la patologización. En estas circunstacias, ¿crees que la asexualidad está irremediablemente destinada a ser minorizada? ¿Hay posibilidad de cambio social? ¿Crees que la individualización asociada a la patologización ha afectado a la formación de una comunidad asexual sólida?
Históricamente, la asexualidad ha estado destinada a ser minorizada. Actualmente, sigue ocurriendo, aunque poco a poco se está mejorando la situación. Creo que sí hay posibilidad de cambio social, basándome en la historia de otras orientaciones sexuales que también han sido minorizadas: durante siglos se las ha invisibilizado y patologizado, parecía completamente imposible salir de esa situación, sin embargo ciertas personas comenzaron a reivindicar y, a lo largo de décadas, se ha conseguido cambiar la percepción social sobre esta realidad (aunque aún quede mucho por hacer). Con la asexualidad está comenzando a suceder, y en los próximos años se acelerará y facilitará el proceso.
La individualización y la patologización siempre ha afectado a las formación de comunidades de personas pertenecientes a colectivos oprimidos, y la asexualidad no es una excepción, debido a la enorme dificultad para autoidentificarse como asexual y reconocerlo públicamente.
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3) Me llamó especialmente la atención la relación entre asexualidad y anti-capacitismo. ¿Crees que existe una mayor concienciación sobre las discriminaciones capacitistas dentro del colectivo asexual?
Las comunidades más minorizadas siempre tienen más probabilidades de ser conscientes de las problemáticas de otras comunidades debido a su propio contexto: han sufrido esta minorización, se han reafirmado en sus identidades, luchan constantemente contra las consecuencias de esta minorización y uno de sus mayores deseos es que el resto de personas comprenda su realidad.
En este contexto, es más probable que tomen consciencia sobre otras problemáticas (además, hay que tener en cuenta la existencia de personas que pertenecen a ambos colectivos, en este caso, personas discapacitadas asexuales), aunque no es ninguna garantía. Creo que sí existe una mayor concienciación, aunque las discriminaciones capacitistas siguen estando muy presentes.
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4) Parece que la educación sexual en los colegios es, por desgracia, un tema de debate cíclico. Sin embargo, nunca se habla de la necesidad de integrar la asexualidad a esa educación. ¿Cómo lograrías el equilibrio entre un contenido práctico y que a la vez no haga sentir violentadas a personas asexuales (especialmente a las que sienten aversión por el sexo)?
La educación sexo-afectiva en los colegios/institutos es terriblemente deficiente, cuando no es, directamente, nula. Para que sea de calidad, no puede centrarse exclusivamente en la heterosexualidad y en la reproducción (y, a lo sumo, hablar de las ETS desde el miedo y la culpa), sino que tiene que abarcar todas las orientaciones sexuales y todos los aspectos de la sexualidad: deseo, límites, consentimiento, etc. Por definición, esto no violenta a las personas asexuales, es más, les ayuda porque son aspectos que son necesarios para todas las personas.
Por último, el enfoque de la educación debe ser el de presentar el sexo como algo opcional y no obligatorio, eliminando cualquier presión al respecto.
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5) Nos han vendido como un momento catártico y memorable el del despertar sexual, cuando de pronto aparece la atracción sexual. ¿Qué problemática tiene esa universalización en la infancia/adolescencia?
Nunca es realista plantear que, simplemente por tener una determinada edad, se vivirá sí o sí cierta experiencia y que ésta se sentirá siempre de la misma manera. El ser humano es increíblemente diverso y variable que hacer afirmaciones de ese tipo, simple y llanamente, no tiene sentido. Esto aplica a cualquier ámbito y la sexualidad no es una excepción. La universalización, tanto del despertar sexual como de cualquier otro tipo de experiencia, siempre tiene el problema de que, a las personas que no se ajusten a esta descripción (que siempre las habrá), se las invisibiliza, patologiza y excluye, por lo que se sienten mal consigo mismas y sufren por ello.
Extracto de la serie BoJack Horseman en la que el personaje asexual (Todd) sale del armario.
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6) Del mismo modo que desde el feminismo somos más conscientes de las relaciones de poder, ¿dirías que la asexualidad puede incorporar o aportar una perspectiva distinta sobre el papel de la hipersexualización en las relaciones? ¿Cómo se establecen las relaciones sociales siendo asexual si el sexo es la única herramienta de socialización aceptada?
La asexualidad, y los planteamientos y reflexiones realizados en estos círculos, aporta una perspectiva sobre el papel de la hipersexualización en las relaciones que, hasta ese momento, no se había incorporado porque no se había reparado en dichas problemáticas.
Los colectivos oprimidos, históricamente, siempre han señalado las violencias que están implícitas en las normas y estándares que se asumen socialmente y que nunca se habían cuestionado (las mujeres con la problemática de la subordinación femenina en el sexo, los movimientos del Orgullo con la universalización de lo cishetero...). En esa línea, la asexualidad señala aspectos que hasta entonces se habían pasado por alto, como la problemática de asumir que todas las personas sienten atracción sexual y tienen interés en el sexo.
Debido a la importancia que se le otorga al sexo en las sociedades occidentales, como personas asexuales nos vemos obligadas a salirnos de ese molde y proponer alternativas.
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7) Me interesa bastante el concepto de la amatonormatividad, es decir, la creencia de que la atracción romántica está por encima de otro tipo de afectos. Es más, añadiría que se presuponen ciertas emociones en determinados vínculos, como puede ser el amor parental en la familia por ejemplo. ¿Hay algo que te gustaría añadir al respecto? ¿Te planteas escribir “La Revolución (Ar)romántica” como continuación?
La amatonormatividad es otro de los aspectos de los que se ha comenzado a hablar recientemente, debido a la asimilación absoluta de sus principios hasta hace bien poco. La amatonormatividad impone una jerarquía, lo que menosprecia el resto de relaciones, que quedan en un segundo plano. De hecho, el propio lenguaje es reflejo de ello: "tener una relación", "conectar con alguien", "conocer a alguien", "relación sentimental / afectiva / emocional", hace referencia a una relación romántica, cuando, estrictamente por el significado de esas frases, aplican a cualquier relación mínimamente importante (se tienen relaciones sin ser románticas, se conecta y se conoce a gente de un modo no romántico, en muchas relaciones hay sentimientos/afecto/emociones implicados).
Nunca me había planteado escribir una continuación, estaría bien que alguna persona arromántica se animara.
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8) En el libro hablas de muchos referentes culturales. ¿Cuál dirías que es tu favorito? Personalmente, soy muy fan de Todd de la serie BoJack Horseman.
Yo creo que mi favorito también es Todd, es agradable ver una serie con un personaje asexual en el que la representación va más allá de una conversación de un minuto y medio.
REFERENCIA:
Ekblad, L. (2018, August 13). Asexuality: A possible background and how it relates to autism and neurodiversity.