Cuando las personas neurodivergentes entramos en el debate, la sala se inquieta por lo que pudiéramos decir, pero el problema no es nuestro.
Permiso para ser vehemente
Permiso para ser vehemente
Permiso para ser vehemente
Cuando las personas neurodivergentes entramos en el debate, la sala se inquieta por lo que pudiéramos decir, pero el problema no es nuestro.